Las historias de emergencias,
solidaridad y valentía no son extrañas en la memoria de nuestro país. Habitamos
en una geografía diversa constituida por volcanes, cordilleras, condiciones
climáticas extremas y un extenso borde costero dispuesto sobre fallas
tectónicas. Lo asumimos con naturalidad porque aquí vivimos, y aunque
periódicamente una tragedia nos recuerda el terrible poder de la naturaleza,
estamos acostumbrados a pararnos y comenzar de nuevo.
Retomamos las clases mañana 1 de abril, con la mente en quienes estan sufriendo en estos momentos los embates de la naturaleza, que de repente, nos recuerda cuan despreocupados somos de la seguridad y el autocuidado, por tanto, debemos educarnos en una cultura de la prevención y el autocuidado permanentemente, de tal manera de disminuir al máximo los efectos de estos fenómenos a veces impredecibles, con que pone a prueba nuestro caracter y solidaridad la madre naturaleza.
retomemos las clases con el mejor animo posible, agradeciendo el que podemos reiniciar las actividades normales.